martes, 17 de mayo de 2016

Mar gruesa



La pescadilla, harta de morderse la cola, mordió el anzuelo, tiró con violencia del sedal y arrastró al pescador, provocando su hundimiento. El pez grande y el pez chico cruzaron sus miradas en la lucha final. Al día siguiente bajaron los índices bursátiles, pero aumentó la amplitud de las sonrisas.

 
Imagen de Internet


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