lunes, 13 de enero de 2014

Cambio de turno



Lo vio muy de mañana sentado en la calle sobre una pequeña manta de cuadros que le era muy familiar y con un pequeño cartel sobre sus piernas. Altiva,  apartó la vista encaminándose calle arriba con paso firme sobre sus zapatos de tacón de aguja, contoneando su esbelta figura y haciendo un alto de vez en cuando ante los escaparates de las tiendas de lujo que le devolvían su espléndido reflejo…












Caía la tarde cuando salió de los baños públicos, limpia de maquillaje, recogida su melena en un maltrecho moño y calzando deportivas de mercadillo. Miró calle abajo y, confirmando que él ya se había marchado, extendió su manta.

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