“De esa es de la que tú no quieres
hablar”. Estas impactantes palabras son las que leyó Marta, al entrar en casa
la tarde del miércoles 9 de octubre, que escritas en una hojita de papel bajo
un bolígrafo Bic habían dejado sobre la mesa de la cocina.
Identificó la letra de su madre.
Sabía que sus padres llevaban unos días
distanciados. Si su madre había puesto esa nota, en el lugar en que
habitualmente dejaba a su padre la lista de la compra, es que las cosas iban
peor de lo que ella había imaginado. Con lágrimas en los ojos, se encerró en su
habitación.
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